En un contexto donde la desinformación influye en la opinión pública, y el escepticismo sobre el uso del dinero recaudado crece, el panel "Mitos y realidades de los impuestos", tuvo lugar en el Tecnológico de Monterrey. Los expertos Alejandra G. Marmolejo y Luis Gerardo González analizaron el sistema tributario mexicano, las responsabilidades fiscales y los mitos que rodean a los impuestos. Este panel buscó poner sobre la mesa las realidades detrás del sistema fiscal y la importancia de la transparencia en México.
¿Cómo funcionan los impuestos y por qué son esenciales?
Alejandra G. Marmolejo, profesora de cátedra de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno, columnista de Expansión y miembro del Observatorio de Medios Digitales del Tec de Monterrey, explicó que los impuestos operan en dos grandes partes: los ingresos públicos y su salida a través del gasto programado. Dentro de los ingresos tributarios existen los directos, como el Impuesto Sobre la Renta (ISR), que grava los ingresos de personas y empresas, y los indirectos, como el IVA (16%), que se aplica de manera uniforme sin importar el nivel de ingresos del consumidor.
Por su parte, informó que los impuestos indirectos son regresivos, lo que significa que afectan proporcionalmente más a quienes tienen menores ingresos. A esto se suman los Impuestos Especiales sobre Producción y Servicios (IEPS), que encarecen productos como cigarros y gasolina con el fin de desincentivar su consumo. En cuanto a los ingresos no tributarios, Marmolejo señaló que provienen de servicios públicos y bienes del Estado, como PEMEX o multas de tránsito. Sin embargo, una vez que el dinero entra, el gobierno decide cómo se distribuye mediante el presupuesto, el cual se clasifica según su función: desarrollo económico, seguridad, salud o infraestructura pública.
La percepción de que los impuestos son una carga injusta
Luis Gerardo González, experto, asesor y consultor en impuestos, invitado por la Escuela de Negocios al panel, abordó una pregunta clave: ¿por qué los ciudadanos ven los impuestos como una carga en lugar de un deber social? "Todos nos sentimos agraviados de que pagamos muchos impuestos", afirmó. Sin embargo, comparado con otros países, México recauda un 17% del PIB, mientras que Chile llega al 30% y Dinamarca aún más.
Uno de los grandes problemas es la percepción de que los impuestos se desperdician o se desvían. Si el gobierno gasta más de lo que tiene y hay falta de transparencia, la gente pierde la confianza. Como lo es eliminar órganos autónomos como el INAI. “¿Por qué alguien querría pagar impuestos si sabe que a lo que se destina, no se hará eficientemente?”, expresó González. Añadió que el déficit fiscal actual es del 5%, es decir, el gobierno gasta un 5% más de lo que ingresa. Para compensarlo, el gobierno necesita recaudar más dinero, pero en lugar de cobrar más impuestos a las grandes empresas, se enfoca en las personas físicas. En números, eso significa que 68 millones de ciudadanos terminan pagando más, mientras que solo 2 millones de empresas contribuyen en menor medida.
Los mitos que refuerzan la desconfianza en los impuestos
Uno de los mitos más comunes es que "los impuestos no sirven para nada" o "el gobierno se los roba". Alejandra Marmolejo mencionó que este tipo de afirmaciones, amplificadas por medios con sesgo político, refuerzan la desconfianza y reducen la cultura contributiva. "Si sabemos cómo está ese presupuesto y cómo se construye el sistema de impuestos, entonces podemos difundir mejor", enfatizó la experta.
El sesgo político también afecta la percepción sobre programas sociales. "Una cosa es dar una pensión del bienestar por darla y otra cosa es que sí pueda mejorar la calidad de vida. Eso es distinto", explicó Marmolejo. Para que el gasto social sea efectivo, debe ir acompañado de inversiones en infraestructura y crecimiento económico. ¿Se puede mejorar la distribución de los impuestos? La justicia social es otro punto importante. Marmolejo mencionó que "la recaudación de impuestos debe ser más eficiente y equitativa".
Un ejemplo de inequidad fiscal es la tasa del IVA en productos de primera necesidad. Actualmente, productos de higiene femenina y alimento para mascotas pagan IVA, a pesar de que podrían considerarse esenciales. González añadió que las empresas también tienen una responsabilidad fiscal. Un sistema tributario justo debería incentivar que las empresas contribuyan a la seguridad social de sus trabajadores en lugar de cargar impuestos desproporcionados a las personas físicas.
La solución: transparencia y cultura contributiva
Ambos expertos coincidieron en que el reto está en mejorar la calidad de la información fiscal. Por su parte, Marmolejo enfatizó que la clave está en exigir rendición de cuentas. Si es de conocimiento público en qué se gasta el presupuesto y cómo se construye el sistema fiscal, es posible difundir información más precisa y neutral. La transparencia y la educación fiscal son fundamentales para que la población comprenda que pagar impuestos es una necesidad para el funcionamiento de la sociedad. En un país donde la confianza en las instituciones es baja, la solución no es evitar pagar impuestos, sino exigir un sistema más justo y eficiente. Al final del panel, la reflexión clave fue clara: "tenemos que pagar impuestos por principios, porque si no, vendrán consecuencias".
*Estudiantes de la carrera de Comunicación en el Tecnológico de Monterrey, campus Santa Fe.